En mi condición de ministro de Defensa del Perú, escribo gratamente estas líneas después de la celebración, esta semana en Santiago de Chile, del Encuentro Presidencial y II Gabinete Binacional Perú-Chile que, como el primero que se realizó en Lima el 7 de julio del año pasado, tiene un gran significado histórico.

Acompañamos a los presidentes Martín Vizcarra y Sebastián Piñera, un total de 42 ministros peruanos y chilenos, en un número que expresa la firme voluntad política de cooperación para la integración entre el Perú y Chile, en la que nuestros mandatarios y ambas delegaciones estamos empeñados.

Fue un encuentro de diálogo directo al más alto nivel político, dinámico e intenso y, sobre todo, satisfactorio para ambas delegaciones, pues trabajamos una agenda temática basada en valores democráticos compartidos, la vigencia del Estado de Derecho y el respeto a los derechos básicos del ser humano, a fin de crear condiciones de confianza mutua y transparencia que faciliten la cooperación para el desarrollo sostenible de nuestras poblaciones, particularmente de las de la zona de frontera.

Concluimos los trabajos para el cumplimiento de los 29 compromisos acordados en el Encuentro Presidencial y I Gabinete Binacional de Lima y, en un ambiente de fraternidad y cordialidad que marcaron la jornada bilateral, acordamos 163 nuevos compromisos, que fortalecerán los del año pasado y generarán nuevas tareas conjuntas.

La reunión presidencial y del gabinete binacional estuvo precedida un día antes, también en esa ciudad, de la VI Reunión Ordinaria del Comité Permanente de Consulta y Coordinación Política, conocida como 2+2, en la que participan los cancilleres y ministros de Defensa de ambos países desde su creación en 2001.

Fue una reunión de franca camaradería y diálogo fluido, con posiciones convergentes, que reflejan la firme voluntad de continuar avanzando en la relación bilateral, después de resolver la controversia jurídica de la delimitación marítima en la Corte Internacional de Justicia.

Tengo que destacar con profunda convicción, que se están dando pasos concretos para la construcción de una relación sólida de cooperación, enfocada en el bienestar de nuestros ciudadanos y en la lucha contra las amenazas que aquejan a la región.

Nuestra agenda en el eje de trabajo de seguridad y defensa, el área de mi competencia, ha permitido llegar a 52 acuerdos prácticos y concretos; 26 de ellos específicamente en Defensa, basados en una histórica asistencia mutua, brindada sin dilación en casos de graves catástrofes, como las que afectaron a las poblaciones del norte del Perú debido a las lluvias producidas por el Niño costero, y a los incendios forestales que causaron estragos en Valparaíso, en el año 2017.

La amenaza latente y real de posibles sismos en la zona de frontera, nos ha llevado a dar prioridad a la cooperación bilateral para desarrollar trabajos conjuntos de previsión y respuesta inmediata frente a desastres, para mitigar sus efectos y promover comunidades resilientes.

Por ello, hemos acordado adelantar para el 2019 el desarrollo del ejercicio “Concordia”, inicialmente programado para el 2020. Realizaremos un nuevo ejercicio de planificación entre el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas del Perú y el Estado Mayor Conjunto de Chile, simulando un sismo de gran magnitud el primer semestre del próximo año, y el ejercicio real en Tacna y Arica tendrá lugar el segundo semestre del 2019.

Para estos efectos, hemos firmado dos declaraciones de intención sobre cooperación conjunta en la gestión de riesgos de desastres y para una cooperación más eficaz a las operaciones de paz de las Naciones Unidas.

Precisamente, es otra prioridad conjunta la de reforzar la contribución de ambos Estados al mantenimiento de la paz en el mundo a través de las misiones que dispone el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y que el Perú integra como miembro no permanente desde el 1 de enero de este año hasta el 31 de diciembre de 2019.

Hemos conversado con Chile sobre la importancia de reforzar la capacitación predespliegue de los Cascos Azules a todas las misiones de paz de las Naciones Unidas. En esta tarea, Chile apoyará el esfuerzo del Perú en su calidad de Presidente de la Asociación Latinoamericana de Centros de Capacitación para Operaciones de Paz (ALCOPAZ) y como sede de la 25° Conferencia Anual de la Asociación Internacional de Centros de Capacitación para el Mantenimiento de la Paz (IAPTC), en el 2019.

La organización de esta reunión internacional, que congrega a todos los centros de capacitación a nivel global y que coincidirá con nuestro segundo año en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, refleja el firme compromiso de nuestro país de contribuir con los esfuerzos de mantener la paz a nivel mundial, como un avance concreto en el ámbito de la Defensa.

Asimismo, hemos ofrecido al ministro de Defensa de Chile, Alberto Espina, nuestro apoyo en los preparativos para la organización, en su calidad de Presidente Pro Témpore, de la XIV Conferencia de Ministros de Defensa de las Américas; que ha priorizado el tema de la gestión hemisférica para enfrentar desastres naturales y la identificación de los alcances de los nuevos roles de las Fuerzas Armadas, especialmente las acciones de apoyo al desarrollo sostenible de nuestros pueblos.

Cabe destacar con mucho énfasis, el trabajo conjunto y el diálogo transparente de nuestras Fuerzas Armadas en el fomento de la confianza mutua, estableciendo un calendario de reuniones periódicas para consultas y resolver problemas concretos. Tenemos ante nosotros una oportunidad histórica para el trabajo conjunto de nuestras Fuerzas Armadas.

El ambiente franco y fraterno de las conversaciones con el ministro Espina renueva mi convicción de que con transparencia, enfocándonos en objetivos comunes y trabajando de manera ágil, práctica y sin dilaciones, se mejorarán las condiciones que permitirán una integración simétrica en la zona de frontera basada en la intensa relación económica y comercial, logrando superar antiguas circunstancias de desconfianza y consolidando una relación de amistad y buena vecindad, por la verdadera integración de pueblos hermanos que trabajan por el desarrollo y bienestar de sus ciudadanos.